Por: karol Yulieth Lopéz león

La Suprema Corte de México confirmó la sentencia contra Toyota por el uso ilegal de la canción de Ricardo Arjona “Jesús es verbo, no sustantivo” y su imagen en una campaña publicitaria. La empresa deberá indemnizar al artista.

La victoria legal del cantautor guatemalteco Ricardo Arjona contra la automotriz Toyota representa un triunfo para la protección de la propiedad intelectual en México. La decisión, tomada el 3 de junio de 2025 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en la Ciudad de México, pone fin a una batalla legal que se prolongó por varios años.


El conflicto comenzó cuando Toyota utilizó sin autorización la emblemática canción de Arjona, "Jesús es verbo, no sustantivo", y su imagen en una campaña publicitaria. Esta acción provocó la reacción inmediata del artista, quien, asesorado por su abogado Eduardo de la Parra, emprendió acciones legales contra la empresa. El caso se ha convertido en un ejemplo de la creciente importancia que se da a la protección de los derechos de autor en el contexto globalizado.


El proceso judicial involucró varias instancias. Un Tribunal Colegiado falló inicialmente a favor de Arjona en 2023. Posteriormente, Toyota intentó reducir el monto de la indemnización a través de un amparo, pero la SCJN rechazó por unanimidad el recurso en mayo de 2025, confirmando la sentencia original y obligando a Toyota a indemnizar a Arjona por la violación de sus derechos de autor y el uso indebido de su imagen. La determinación judicial destaca la necesidad de un respeto riguroso de los derechos de propiedad intelectual.


El fallo sienta un precedente importante en México y a nivel internacional para la protección de los derechos de autor y de imagen. La decisión de la SCJN refuerza el mensaje de que las empresas deben ser extremadamente cuidadosas al utilizar obras artísticas o imágenes de personas públicas sin el consentimiento previo. El caso podría inspirar a otros artistas a defender con mayor firmeza sus derechos y a exigir un mayor respeto a su trabajo creativo. El impacto trasciende fronteras, enviando una señal a empresas globales sobre las consecuencias de incumplir con las leyes de propiedad intelectual.