Por: Katherine Cruz

El exvicepresidente Pablo Iglesias cuestiona duramente el Nobel de Paz 2025 para María Corina Machado, calificando la decisión de "absurda" y desatando un intenso debate sobre la legitimidad de los premios globales.

En las últimas horas, a través de sus cuentas oficiales, el exlíder de Podemos y antiguo vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, se unió a las críticas por la concesión del Premio Nobel de la Paz 2025 a la opositora venezolana María Corina Machado. Esta dura crítica ha generado un significativo debate sobre los criterios que debe reunir un candidato al Nobel, poniendo de manifiesto profundas tensiones ideológicas en el ámbito hispanoamericano.

En su pronunciamiento público, Iglesias sostuvo que otorgar el galardón a Machado, quien, según él, “lleva años intentando dar un golpe de Estado en su país”, equivale a una decisión tan absurda que “se lo podrían haber dado directamente a Trump o incluso a Adolf Hitler a título póstumo”. Además, el exlíder ironizó que en próximas ediciones el premio podría ser compartido por figuras en conflicto como “Putin y Zelenski”.

Estas afirmaciones se enmarcan en la línea crítica que Iglesias y diversos sectores de la izquierda española han mantenido respecto al papel internacional y al prestigio de los premios institucionales globales. Otros líderes de Podemos e Izquierda Unida también han cuestionado la elección de Machado, denunciando lo que consideran un "desprestigio" de los organismos encargados de otorgar el renombrado premio.

Las declaraciones de Pablo Iglesias sobre el Nobel de Paz 2025 subrayan una profunda controversia política en torno a la selección de ganadores en esferas internacionales. Su mensaje, cargado de críticas contundentes e ironía, no solo pretende cuestionar la validez del premio, sino también provocar una reflexión sobre quiénes son reconocidos como agentes de paz en un mundo cada vez más polarizado. En última instancia, este debate revela que, más allá del laureado, lo que está en disputa es la legitimidad moral y política de los premios globales.