Por: Miguel Angel Trujillo

En Colombia, ignorar el paso de peatones puede costar más de $600.000. Esta medida busca reducir los accidentes de tránsito y proteger a los usuarios más vulnerables de las vías.

Respetar el paso de los peatones es una norma de cortesía y una obligación legal en Colombia. El Código Nacional de Tránsito impone una multa que supera los $600.000 a los conductores que no cedan el paso en cruces peatonales autorizados. Esta sanción, equivalente a más de 15 salarios mínimos diarios legales vigentes, tiene como objetivo principal la reducción de accidentes viales, un problema persistente en el país.

A pesar de las severas penalizaciones, muchos conductores continúan infringiendo esta norma. Las autoridades han intensificado las campañas de concienciación y los controles en puntos críticos, especialmente en zonas escolares y urbanizaciones con alta densidad peatonal. "La seguridad de nuestros peatones es prioritaria", afirma un portavoz de la Agencia Nacional de Seguridad Vial.

Para aquellos infractores que deseen reducir la sanción, existe la posibilidad de asistir a un curso pedagógico en un Centro Integral de Atención. Si el curso se realiza dentro de los primeros cinco días hábiles tras recibir el comparendo, el infractor puede beneficiarse de un descuento del 50% sobre la multa. Este beneficio se reduce al 25% si el curso se realiza entre el sexto y el vigésimo día después de la infracción.

Además de la multa económica, no respetar el paso de peatones puede acarrear consecuencias más graves, como la inmovilización del vehículo, la pérdida de puntos en la licencia de conducción y posibles acciones judiciales en caso de accidentes. Estas medidas buscan no solo penalizar, sino también educar a los conductores sobre la importancia de respetar las normas de tránsito y garantizar la seguridad de todos los usuarios de la vía.