Por: Bryan Steven Cardona Ciceri

La papa impulsa la economía campesina colombiana generando más de 266.000 empleos y aportando al PIB agropecuario. Un plan a 20 años busca fortalecer la cadena productiva y asegurar el futuro de este cultivo tradicional.

En 2023, la producción de papa en Colombia superó los 3,6 millones de toneladas, cultivadas en casi 200.000 hectáreas. Este cultivo vital para la economía rural genera más de 266.000 empleos, de los cuales 76.000 son directos, según la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (Upra). Su aporte al PIB agropecuario nacional alcanzó el 1,4%.


La Upra ha identificado más de 3,5 millones de hectáreas aptas para el cultivo de papa, con más de la mitad clasificadas como de alta aptitud productiva. Esta información permitirá optimizar la siembra y la inversión en el sector. El director de la Dirección de Uso Eficiente del Suelo y Adecuación de Tierras de la Upra, Alexander Rodríguez Romero, resaltó la importancia de la papa como pilar de la agricultura campesina, familiar, étnica y comunitaria, impulsando además sectores como el transporte y la transformación de alimentos.

Rodríguez Romero enfatizó el impacto social y económico trascendental del cultivo, extendiéndose más allá de las cifras de producción y empleo. El líder de los Planes de Ordenamiento Productivo (POP) en la Upra, Alejandro Flórez, destacó la importancia de la planificación a largo plazo para asegurar la sostenibilidad del sector. La colaboración con productores, gremios y el Ministerio de Agricultura es crucial en este proceso.

El Plan de Ordenamiento Productivo (POP) de la cadena de la papa, con su Portafolio de Programas y Proyectos (PPP), define una hoja de ruta a 20 años. Este plan busca mejorar la productividad, el acceso a mercados y las condiciones de vida de los papicultores, garantizando la eficiencia y la calidad del producto. La falta de inversión y la competencia internacional representan desafíos a largo plazo para la sostenibilidad del sector.