Por: Miguel Angel Trujillo

Joven de 16 años logra puntaje máximo en las pruebas Icfes. Su dedicación y esfuerzo lo llevaron a alcanzar la meta de estudiar Medicina.

El pasado 6 de junio, Juan Diego Pinzón Villalba, un estudiante de 16 años egresado del Colegio Universitario del Socorro (Santander, Colombia), logró una hazaña académica al obtener un puntaje perfecto de 500 sobre 500 en las pruebas Icfes. Este logro excepcional coloca a Juan Diego como un ejemplo de perseverancia y dedicación al estudio en un contexto de alta competitividad académica. Su origen en un colegio público y su procedencia de estrato 2 lo convierten en un símbolo de superación personal.

Juan Diego, quien siempre se destacó en sus estudios, ocupando el primer puesto en su curso de 11°, atribuye su éxito a la intensa preparación de tres meses en el instituto Marco de Bucaramanga. "Siempre fui de los mejores del curso y en once ocupé el primer puesto", afirmó el joven. Su dedicación implicó largas jornadas de estudio, desde las 6:00 a.m. hasta las 6:30 p.m., con una hora adicional de estudio nocturno. Este arduo trabajo se vio recompensado con el resultado obtenido.


El joven santandereano se preparó rigurosamente para enfrentar las pruebas Icfes, demostrando una disciplina y enfoque notables en su objetivo académico. Su éxito resalta la importancia de una preparación adecuada y el valor del esfuerzo individual en la consecución de metas ambiciosas. La dedicación de Juan Diego no solo se refleja en su puntaje, sino en su firme propósito de seguir adelante con su vocación.


El caso de Juan Diego Pinzón es un testimonio del potencial que existe en la juventud colombiana y de la capacidad de superación en entornos desafiantes. Su anhelo de estudiar Medicina en la Universidad Industrial de Santander (UIS), una institución reconocida por su calidad académica, reafirma su compromiso con el aprendizaje y su deseo de contribuir a la sociedad. Este logro inspira a otros jóvenes a perseguir sus sueños con perseverancia y dedicación.

La obtención del puntaje perfecto en el Icfes abre un camino prometedor para Juan Diego, representando una victoria no solo personal, sino también un triunfo para la educación pública colombiana. Su historia sirve como ejemplo de cómo la disciplina y el esfuerzo pueden superar las barreras socioeconómicas y llevar al éxito académico.