Por: Juan Manuel Esquivel Gutierrez

Cuatro jóvenes colombianos fallecieron en un accidente de tránsito tras un evento espiritual en Ecuador, generando conmoción en sus comunidades.

El trágico suceso ocurrió cerca de Quito, cuando los jóvenes, que habían asistido a un campamento espiritual, se dirigían de regreso a Colombia. El vehículo en el que viajaban volcó, causando la muerte instantánea de todos sus ocupantes. Este evento ha sacudido tanto a las comunidades locales como a las internacionales, dada la implicación de los jóvenes en actividades religiosas.

Las víctimas fueron identificadas como Jhon Vásquez, Sebastián Botello, Kaleb Bernal y Milton Londoño, todos hijos de pastores de la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia (IPUC). Eran conocidos por su dedicación y liderazgo en la comunidad cristiana, y su pérdida ha sido profundamente sentida por aquellos que los conocían y admiraban.

El accidente se produjo durante el regreso de un campamento espiritual, donde los jóvenes compartieron momentos de adoración y comunión. El impacto del vehículo contra el terreno provocó un volcamiento severo, lo que indica la violencia del impacto y las trágicas consecuencias.

Este doloroso evento no solo ha dejado un vacío en la comunidad religiosa, sino que también plantea interrogantes sobre la seguridad en los viajes de larga distancia para eventos espirituales. La investigación del accidente aún está en curso, pero ya se está llamando a revisar y reforzar las medidas de seguridad para evitar futuras tragedias. La comunidad eclesiástica y las familias afectadas han iniciado una cadena de oración y soporte mutuo, reflejando la solidaridad y la fe que caracterizaban a los jóvenes fallecidos.