Por: Gustavo Puentes

Annabella Azín podría convertirse en presidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador este 14 de mayo, marcando un hito político y personal al colocar la banda presidencial a su hijo.

El próximo 14 de mayo, Annabella Azín, con una trayectoria de dos décadas en la política ecuatoriana, podría alcanzar la presidencia de la Asamblea Nacional. Este evento no solo sería un logro personal significativo al cumplir 64 años, sino también un momento histórico para Ecuador, ya que diez días después tendría el honor de investir a su hijo, Daniel Noboa, como el 46º presidente del país.

Annabella, nacida en Guayaquil y hija de Giorgio Azín Della Volpe y Grecia Arce Paulson, optó por la vida política en lugar de una existencia de comodidades al lado de su esposo, Álvaro Noboa Pontón, el empresario más acaudalado de Ecuador. Su matrimonio en 1987 marcó el inicio de su involucración en asuntos públicos, apoyando la carrera política de su esposo antes de lanzar la suya propia.

Su candidatura a la presidencia de la Asamblea se fortaleció tras obtener el 43,54 % de los votos en las elecciones del 9 de febrero, representando al movimiento Acción Democrática Nacional (ADN). Sin embargo, su confirmación en el cargo dependerá de las negociaciones y alianzas políticas que se consoliden en los días venideros.

El posible ascenso de Annabella Azín a una de las posiciones más influyentes del gobierno ecuatoriano no solo subraya su perseverancia y habilidad política, sino que también plantea preguntas sobre el impacto de su liderazgo en la futura administración de su hijo. Este escenario refuerza la dinámica de poder familiar dentro de la política ecuatoriana, un fenómeno que será observado de cerca tanto a nivel nacional como internacional.