sábado, 17 mayo 2025
Por: Gustavo Puentes
Colombia se suma a la iniciativa de la Franja y la Ruta de China, un movimiento que ha generado preocupación por el creciente endeudamiento de los países miembros.
La reciente adhesión de Colombia a la iniciativa china de la Franja y la Ruta ha encendido un debate nacional sobre los beneficios y riesgos de esta decisión. La iniciativa, que ha movilizado cerca de dos billones de dólares en 12 años, busca expandir la influencia política y económica de China a nivel global, incluyendo inversiones en infraestructura en países de varios continentes.
La promesa de inversión y desarrollo por parte de China ha sido atractiva para muchos países. Sin embargo, la experiencia de naciones en África y Asia sugiere un panorama de endeudamiento preocupante, que podría replicarse en Colombia. Estos países han visto cómo sus deudas con China han escalado, limitando su autonomía económica y política.
La implementación de la iniciativa en Colombia y otros países latinoamericanos incluye proyectos ambiciosos como la construcción de puertos y ferrocarriles. Estos proyectos son financiados por préstamos de entidades chinas, cuyas condiciones a menudo no son completamente transparentes, generando incertidumbre sobre las repercusiones a largo plazo para la economía local.
El análisis de la situación sugiere que Colombia debe proceder con cautela. La experiencia de otros países muestra que los beneficios iniciales pueden verse opacados por las consecuencias de un endeudamiento excesivo y condiciones desfavorables. Es crucial que Colombia mantenga su soberanía y prudencia financiera, evitando caer en una dependencia económica que podría comprometer su futuro.
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