Por: Miguel Angel Trujillo

Tras las recientes capturas de Andrés Calle e Iván Name, la senadora María José Pizarro demanda un trato equitativo en los casos de corrupción en Colombia.

En un contexto de creciente escrutinio público hacia la corrupción en Colombia, las detenciones de Andrés Calle e Iván Name, ambos expresidentes del Congreso, han marcado un punto de inflexión. Investigados por su supuesta implicación en una red de sobornos en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), estos arrestos han desencadenado un debate nacional sobre la justicia y la equidad en el tratamiento de casos de corrupción.

María José Pizarro, senadora del Pacto Histórico, ha sido vocal en su crítica al sistema judicial colombiano, acusándolo de actuar con selectividad. A través de su cuenta en X, Pizarro denunció que el país ha estado bajo el yugo de un "modelo corrupto" perpetuado por élites que han dejado al pueblo en "abandono, pobreza y exclusión". La senadora enfatizó la necesidad de que la justicia no solo se centre en los casos actuales sino que también aborde con rigor escándalos anteriores que aún permanecen impunes.

Pizarro mencionó varios escándalos como Odebrecht y Agro Ingreso Seguro, entre otros, exigiendo que todos los involucrados sean juzgados por igual. "No podemos permitir una justicia selectiva que se ensaña con unos y protege a otros", declaró, criticando la doble moral de ciertos sectores políticos que se resisten a las reformas estructurales mientras encubren prácticas corruptas.

El llamado de la senadora Pizarro no solo busca justicia, sino también una reforma profunda del sistema político y judicial. Propuso un "pacto por la verdad y cero impunidad", instando a los partidos políticos a limpiar sus filas y a comprometerse con un cambio real y efectivo. Su mensaje resuena en un momento en que la ciudadanía demanda transparencia y responsabilidad, subrayando que la lucha contra la corrupción debe ser implacable y sin distinción de ideologías o estatus.