Por: Katherine Cruz

Tras intensas negociaciones, el presidente Gustavo Petro anunció el fin del paro minero en Boyacá, alcanzando un acuerdo con los líderes del sector. Se espera un impacto positivo en la economía regional luego de que se reportaran pérdidas diarias cercanas a los 6.000 millones de pesos.

Finalizando la jornada del 7 de agosto, en Boyacá, se llegó a un acuerdo que puso fin al paro minero que afectaba la región. Este acuerdo, producto de una mesa de diálogo, satisface las principales demandas de los trabajadores del sector minero, evitando una crisis mayor. El levantamiento del paro se considera un triunfo para la negociación y el diálogo.

La mesa de diálogo incluyó representantes clave del Gobierno Nacional: el Ministerio de Minas y Energía, el Ministerio del Interior, la Agencia Nacional de Minería; así como congresistas de Boyacá, líderes mineros y representantes del gobierno departamental. Las negociaciones fueron arduas y se extendieron por varias jornadas. El presidente Petro jugó un rol fundamental en la búsqueda de una solución pacífica.


El acuerdo se basa en un pliego de diez puntos, centrado en la seguridad jurídica para el sector minero, la lucha contra la criminalización de la actividad y la implementación de una transición energética justa y consensuada. Los mineros expresaron su satisfacción por el compromiso del gobierno de abordar sus preocupaciones fundamentales. El Gobierno, por su parte, destacó la importancia del diálogo como herramienta para la resolución de conflictos.


El paro minero en Boyacá representaba un grave desafío para la economía regional y nacional. La resolución pacífica del conflicto evita pérdidas económicas significativas y mantiene la estabilidad social. Sin embargo, la implementación efectiva del acuerdo requerirá un seguimiento exhaustivo para garantizar el cumplimiento de los compromisos adquiridos por el Gobierno Nacional. El éxito de esta negociación sienta un precedente importante para futuros conflictos en el sector minero.