Por: Maria Camila Gonzalez Mosquera

Impedimento del magistrado Ramiro Riaño retrasa la decisión sobre la tutela presentada por el expresidente Álvaro Uribe Vélez en la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá. La Sala aceptó la solicitud, asegurando la imparcialidad del proceso.

Este martes 8 de agosto, a las 11:05 a.m., la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá tomó una decisión que genera expectativa en el ámbito jurídico colombiano. Se trata de la aceptación de un impedimento presentado por un magistrado en el caso de una tutela interpuesta a favor del expresidente Álvaro Uribe Vélez. Este hecho judicial, cargado de simbolismo, añade una nueva capa de complejidad a un proceso ya de por sí mediático.


El magistrado Ramiro Riaño Riaño presentó formalmente una solicitud de impedimento para no participar en el estudio de la tutela. La decisión, según fuentes judiciales, obedece a la necesidad de garantizar la transparencia e imparcialidad en el proceso. No se han revelado detalles específicos sobre las razones del impedimento, pero la solicitud fue considerada por la Sala Penal.


La Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá, tras un análisis exhaustivo de la solicitud de impedimento, la declaró "fundada". Con esta resolución, se garantiza que otro magistrado, sin conflicto de intereses, asumirá el conocimiento y trámite de la tutela presentada por el apoderado del expresidente Uribe. Se espera que este cambio no implique una demora excesiva en el proceso, aunque sí representa un nuevo paso en la compleja tramitación judicial.


La decisión de aceptar el impedimento del magistrado Riaño Riaño, si bien retrasa la resolución de la tutela presentada a favor del expresidente Uribe, refuerza la importancia del principio de imparcialidad en la administración de justicia. Este episodio resalta el compromiso del sistema judicial colombiano con la transparencia y el debido proceso, aunque la demora inevitablemente genera mayor expectativa pública en torno al desenlace del caso.